Mediante el uso de herramientas tecnológicas en las aulas, los estudiantes pueden aprender desde la exploración y la creatividad. Los docentes cumplen el rol de guías y con las capacitaciones adquieren los conocimientos para que el aprendizaje sea integral y medido.

La realización de actividades que impliquen el uso de la tecnología en las aulas hace que los estudiantes desarrollen habilidades de integración y se expresen con creatividad y sentido crítico. Es por esto que en algunos jardines de infantes de la provincia, la pizarra digital interactiva se convirtió en uno de los insumos tecnológicos más destacados.

“Los chicos están en contacto con la tecnología, por eso los docentes nos capacitamos cada vez más para poder utilizarla con ellos”, aseguró Juliana Briend, maestra de nivel inicial del JIN N° 2 de la Capital correntina.

Destacó la importancia de las capacitaciones que reciben como docentes, ya que es ahí donde se explican los lineamientos metodológicos para aplicar estas herramientas en las aulas y que sean aprovechados íntegramente por todos.

En el proyecto de la pizarra digital es posible evidenciar el trabajo colaborativo no solo de los alumnos en las aulas, sino también entre docentes en las capacitaciones al abrirse espacios en los que pueden nutrirse de la experiencia de otros. Estos sitios de participación y aprendizajes hacen que la construcción del conocimiento se produzca de manera natural y dinámica.

Briend participó de encuentros en los que se interiorizó sobre los proyectos aplicables en los jardines de infantes y sumado a la ganas de innovar fue posible que sus estudiantes experimenten con el lápiz electrónico y la pizarra. “El año pasado, en un curso, me encontré con esta herramienta. Nosotros como JIN hacemos capacitaciones y después reuniones con otras ‘seños’ para compartir todo lo que aprendimos”, contó la docente, y agregó que “esto fue algo que les gustó a todas y se puede usar para cualquier tipo de contenidos”. 

Los niños pueden dibujar, escribir, pintar, reconocer los números y colores, entre otras cosas. Sin embargo, también ponen en ejercicio la autonomía en el uso de tecnologías, porque las maestras les enseñan a reconocer cada parte del dispositivo, a cuidarlo, a usarlo y también esperar el turno de cada uno.

En las salas de preescolar, la innovación tecnológica se traduce en curiosidad. Y esa experiencia vivida por los estudiantes es gracias a las capacitaciones que están en sintonía con la realidad actual.

“Los docentes nos capacitamos cada vez más para poder utilizar la tecnología, acercarla a ellos y que sea una herramienta de aprendizaje, exploración y juego. Que sea útil y productivo, que puedan aprender”, dijo Briend. En este sentido, se busca que desarrollen la habilidad de la exploración, de un aprendizaje autónomo y autorregulado.

La docente destacó el valor de las capacitaciones “porque incentivan a trasladar lo aprendido a las aulas. Además, poder consultar y tener el acompañamiento de las personas que dictaron el curso ante cada duda también fue muy importante”.